Comienzos del siglo XVII. Tras el final de la invasión japonesa. Corea se encuentra muy debilitada y las revueltas surgen en cada región auspiciadas por los que ambicionan el poder. Las muertes llegarán a la corte y el comandante del ejército, Gyu-Geob, intentará detener al culpable, pero no sospecha que el responsable de dichas muertes está más cercano a él de lo que pensaba.