Chun Tao-Chung ha trabajado de criada durante más de 60 años para la familia Leung. Ahora, el único miembro de la familia que sigue viviendo en Hong Kong es Roger, y Tao sigue trabajando para él. Sin embargo, un día Tao sufre un derrame cerebral. Una vez está en el hospital, le anuncia a Roger su intención de abandonar su trabajo e instalarse en una residencia para ancianos. Roger intenta disuadirla, pero ella tiene la idea muy clara, así que él empieza a buscar una residencia buena donde pueda vivir, y al final encuentra una habitación para Tao en un centro dirigido por un amigo suyo. Poco a poco, al cuidar de Tao, Roger se da cuenta de lo importante que Tao es para él.