La pandilla decide ver un viejo partido de los Red Sox en un canal de deportes clásico, un juego en el que jugaba Sam. Como este juego tuvo lugar durante uno de sus años de borrachera, Sam no está seguro de si jugó bien o hizo el ridículo en el juego. Como descubre que lanzó tres entradas en el juego, supone que jugó bien. Después de que Sam le da tanta importancia a ver el partido, Carla le recuerda que ese partido no fue uno de sus mejores momentos. Sam hace todo lo posible para evitar que la pandilla lo vea. Mientras tanto, Norm está siendo auditada. La auditora es Dot Carroll, una chica dura, aterradora, sensata, fumadora empedernida y con voz ronca. Norm, el ex contable, sabe que puede evadir la auditoría incluso sin recibos legítimos, pero cuando sus trucos no funcionan, recurre a una táctica sugerida por Carla: coquetear.