Susan, Ray y Neela atienden a un policía que ha llegado al hospital con una herida de bala en el cuello. Pronto aparece la novia del agente para interesarse por su salud, pero cuando hacen su aparición la ex mujer y el hijo del herido, la tensión se hace palpable. Una niña ingresa con un fuerte dolor de estómago y Abby cree que se puede tratar de una infección vírica, pero la madre de la chica se niega a que traten a su hija en el County.