A pesar de algunos inconvenientes, como no poder salir cuando quería, la joven Emilia vivió una vida feliz en un asentamiento de elfos con Fortuna, a quien ella llamaba amorosamente "Madre". Sin embargo, su paz se vio amenazada por la llegada del Arzobispo Sin del Culto de la Bruja en representación de Codicia, Regulus Corneas. En el presente, Shima aparece ante Subaru y los demás mientras esperan fuera del cementerio a que Emilia complete el juicio, y les cuenta los eventos que llevaron al nacimiento del Santuario.