Diana vive con muchísima ilusión su futura “paternidad” junto a Nieves, la mujer de su vida. Entusiasmadas con el avance del embarazo, ambas planean ir juntas al ginecólogo para compartir la experiencia de la primera ecografía. Pero, de repente, aparece Toni (a quien interpreta el bailarín Rafael Amargo) para dar un giro a la feliz situación. Para la actriz, las cosas cambian porque ella se empeña en pensar que el padre biológico del niño quiere quitarle el puesto que tanto le ha costado ganarse y se da cuenta de que es capaz de hacer cualquier cosa con tal de conseguir que salga de escena. Además, el negocio in-mobiliario de Félix no marcha todo lo bien que cabía esperar y se lanza a buscar soluciones desesperadamente. Vero, por su parte, está convencida de que los problemas ponen de nuevo en peligro su situación laboral. Por eso decide cambiar de actitud para aumentar la cartera de clientes. La fachada del edificio donde viven los Gimeno necesita unos arreglos y, para ocultar los andamios, cuelgan un cartel del PP. Cuando Sole lo ve monta en cólera y le exige a Carlota, que es la presidenta de la comunidad, que lo retire. Ante la negativa de ésta, la madre de Félix buscará la forma de terminar con semejante ofensa.