Mauri y Bea se preparan para bautizar a su hijo sin que los vecinos se enteren. Bea se va de viaje y le deja el niño a Mauri, pero es Diego quien se queda al cuidado de Ezequiel. Al no saber qué hacer con un bebé, se lo deja a Vicenta, Marisa y Concha, que ven la oportunidad de sacar algo de dinero con el niño. Emilio sigue empeñado en que Belén se haga la prueba de embarazo.