Catalina llega a un pueblo costero buscando a la señora Robles, que supuestamente la contrató mediante un aviso en el diario, para trabajar como niñera en su casa. Sin embargo, la chica se lleva una gran sorpresa, cuando llega hasta esa localidad, y se da cuenta que su lugar de trabajo es una antigua y abandonada propiedad, ubicada en una colina, y que además, su nueva patrona murió hace diez años, sin que hallaran su cuerpo. Aún sin entender lo que sucede y al no tener más dinero, Catalina opta por pasar la noche en la misteriosa vivienda